Final de Copa Libertadores cambia de sede y se jugará en Perú
La crisis política que vive Chile ha provocado que la final entre River y Flamengo tenga que mudarse al estado monumental de Lima.

La final de la Copa Libertadores entre River y Flamengo que estaba programada para disputarse en Chile ha tenido que cambiar su sede al estado monumental de Lima, en Perú, según informó en un comunicado la Confederación Suramericana de Fútbol (CONMEBOL).
De acuerdo con el ente rector del futbol suramericano, las protestas masivas en contra del presidente chileno, Sebastián Piñera, habrían motivado el cambio de localidad del duelo final del máximo torneo entre clubes de América.
Nuevas circunstancias de fuerza mayor y orden público, analizadas y evaluadas con prudencia, considerando la seguridad de los jugadores, del público y de las delegaciones, motivaron la decisión de llevar la final de la Copa CONMEBOL Libertadores 2019 a Lima, Perú”, reza el comunicado emitido públicamente por la entidad en el que también reiteran que la fecha se mantiene el 23 de noviembre.
«Es una pena no jugar en Santiago, es parte de la realidad. El dinero se va a devolver. Bienvenida Lima, siento orgullo por River de estar enfrentando al Flamengo. Será una gran fiesta», afirmó el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio tras la reunión con la CONMEBOL en la que se acordó el cambio de sede.
La final de este legendario torneo no ha gozado de fortuna en estos últimos meses, ya que el año pasado el antagónico duelo entre River y Boca tuvo que ser traslada a Madrid, España tras el ataque que sufrió el autobús del club Xeneize en los alrededores del estadio Monumental.
Países como Paraguay, Uruguay e incluso Colombia fueron contemplados como sedes para albergar la primera final con formato de partido único.
Uruguay fue descartado porque la misma fecha en que se disputa la final coincide con las elecciones para presidente del país. Paraguay era la sede favorita de la CONMEBOL, pero el poco aforo del estado Defensores del Chaco (45,000 espectadores) generaría un recorte de 3,000 mil entradas en relación a Chile, motivo de desacuerdo para las dirigencias de ambos clubes.
Ante este escenario, la única opción viable era el estadio monumental de Lima, que con sus 80,000 espectadores tiene más capacidad de aforo que el mismo nacional de Santiago, pero había un inconveniente, las malas relaciones entre la CONMEBOL y la Federación Peruana de Fútbol., ya que por este mismo motivo Perú fue descartado al comienzo del torneo. Pero según consigna el periódico argentino “El Clarín” las asperezas entre ambas entidades fueron resueltas.
La razón que mantuvo firme la designación de Chile los días recientes, pese a las protestas sociales, era el dinero que ese país había invertido para albergar la histórica final. No obstante, CONMEBOL pidió los gastos de cancelación y los chilenos que ya habían comprado sus entradas recibirán un reembolso.
Pese a las declaraciones de la ministra de Deportes de Chile, Cecilia Pérez, sobre que la final serviría para “unir” a los chilenos, el llamado de los grupos protestantes para boicotear la final del 23 fueron suficiente motivación para el cambio.