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La trágica muerte de un mago mientras realizaba un acto de escape en un río de India
El equipo del ilusionista Chanchal Lahiri comenzó a buscarlo en la orilla del río el pasado domingo luego de 30 minutos de haber iniciado el acto.
La policía de India recuperó el cuerpo de un ilusionista que desapareció el domingo en un río de India mientras intentaba un truco de escape.
Chanchal Lahiri, más conocido por su nombre artístico «Jadugar Mandrake”, realizaba un acto de escape cerca del Puente Howrah en Calcuta, donde lo ataron con cadenas de acero y cuerda y lo introdujeron en el agua.
Los espectadores esperaban que se liberara y nadara a la superficie como lo había hecho muchas veces. Sin embargo, algo salió mal, por lo que luego de 30 minutos familiares y miembros de su equipo iniciaron una búsqueda frenética a lo largo de las orillas del río.
La Agencia France-Presse (AFP) informó que antes de caer al agua, Lahiri dijo ala multitud: «Si puedo abrirlo, será mágico, pero si no puedo, será trágico».
Syed Waquar Raza, subcomisionado de la División de la Policía del Puerto de Calcuta, explicó a medios de comunicación que la policía había encontrado el cadáver del mago el lunes por la noche, a milla y media del lugar del incidente.
El cuerpo fue identificado por su hermano y se inició una investigación policial sobre cómo ocurrió el accidente. Lahiri afirmó antes del truco que había completado un acto similar hace 21 años en el mismo lugar.
«Estaba dentro de una caja de vidrio a prueba de balas atada con cadenas y candados y caí del puente de Howrah. Luego salí en 29 segundos» relató para la agencia AFP.
En 2013, el ilusionista había intentado otro acto similar, pero no resultó bien luego de que los espectadores lo vieran salir de una jaula supuestamente cerrada, a través de una puerta oculta, lo que provocó molestia en el público.
Jayanta Shaw, un fotógrafo de un periódico local, afirmó que Lahiri había expresado su deseo de completar el truco para promover la magia, que se ha vuelto impopular en la India a pesar de sus raíces tradicionales en el país.
Los organizadores del evento contaban con los permisos necesarios para realizar el truco, por lo que los oficiales de policía de servicio patrullaban el puente. Sin embargo, ninguno de los efectivos de seguridad monitoreaba el acto específicamente.
