Reaparece “el sol de Barcelona”
Con tres goles del argentino, Lionel Messi, bastaron para salvar al equipo azulgrana y manda fuerte mensaje al Real Madrid previo al Clásico por la Copa Del Rey.
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Como si fuera una tradición, Lionel Messi vuelve a convertirse en protagonista contra el Sevilla. Junto a él, Luis Suárez recupera el olfato goleador lo que le bastó para remontar un partido que se había puesto cuesta arriba en la primera parte.
Los andaluces plantearon un gran primer tiempo. La constante presión en el medio campo, y la sobrepoblación de camisas blancas, hizo que el Barcelona pudiera desarrollar su juego.
Jesús Navas abriría el marcador en un robo de balón a Leo Messi, lo que le valió a un contragolpe letal. La conducción del balón del jugador del Sevilla, Ben Yendler fue clave para abrir la oportunidad a Navas que cruzó al guardameta azulgrana Ter Stegen.
A pesar del juego defensivo de Sevilla, al minuto 25, el Barça anotaría el empate gracias a una extraordinaria volea de Messi desde el corazón del área. El astro argentino aprovechó de forma magistral el pase de Rakitic y concluyó con un poema de anotación.
Pero el conjunto catalán seguía sin aparecer en su fútbol. El juego desordenado y pasivo frente a la velocidad y orden de un Sevilla le acreditó al conjunto sevillano la segunda anotación del encuentro y la ventaja con la que terminaría la primera mitad del encuentro.
Borrón y cuenta nueva
La segunda mitad fue más contundente para el equipo catalán. El Barça encontró su juego y el Sevilla no le perdió la cara al encuentro: uno y otro empezaron a coleccionar jugadas de peligro para ambos guardametas.
En el transcurso del partido, el técnico azulgrana, Ernesto Valverde, realizó los primeros movimientos. Ingresó al campo a Sergi Roberto por Semedo y a Dembélé por un despistado Arturo Vidal, esto le dio el dominio del partido y comenzaría a superar con claridad a un Sevilla, castigado por las lesiones de Mercado y Wober, fueron sustituidos por el argentino Franco Vázquez y el camerunés Amadou.
Los cambios tácticos realizados por Valverde le dieron una revolución aún más peligrosa para los andaluces. Poco a poco, el Sevilla dio un paso atrás y se repetía la fórmula que caracteriza al Barcelona; dominio del balón con contragolpes peligrosos.
El sol de Cataluña vuelve a salir
Luego de los avisos previos de gol por parte de Dembelé y Suarez, Rakitic trazó una serie de pases en la que Dembelé recibió para luego entregar la pelota al argentino quien controló con la izquierda y con la derecha disparó el balón al ángulo izquierdo de la portería del Sevilla. Un segundo golazo para igual, de nueva cuenta el partido.
Los últimos minutos fueron de un Barcelona intratable haciendo diluir al conjunto sevillano, donde sus jugadores se vieron físicamente desgastado y confundidos por el paso aplastante de los culés. La batalla táctica la ganó Valverde al técnico andaluz, Pablo Machín.
El último cambio realizado por Valverde fue fundamental para concretar el tercer y cuarto gol de los culés. Un gris Coutinho salía y se incorporaba Aleña, y cinco minutos después una genialidad de Leo Messi ponía el tercer tanto al encuentro.
Pero el escenario pintaba para que el charrúa rompiera su sequía de goles y en un rebote, Suárez, aprovechó un balón bombeado de Messi para superar con una delicada vaselina al guardameta contrario. Con esta jugada, los catalanes cerraron un encuentro que tuvieron en contra, pero terminaron dominando el Pizjuán.
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