EUA ha separado 81 infantes de sus familias a pesar de eliminar política “tolerancia cero”
En junio de este año, el presidente de EUA, Donald Trump, anunció que eliminaría la práctica.
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La Administración Trump continúa separando infantes migrantes de sus familias. Estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) publicadas este jueves indican que al menos 81 menores de edad han sido alejados de sus progenitores, a pesar que el presidente Donald Trump anunció la eliminación de la práctica en junio pasado, según la cadena CNN.
Las separaciones ocurrieron entre el 21 de junio hasta el 30 de noviembre: 81 infantes y 76 adultos fueron separados de sus familiares. Las razones que brindó el gobierno fueron una posible afiliación delictiva, afiliación de pandillas por parte de los adultos u hospitalización. No obstante, 20 adultos fueron separados de sus grupos familiares sin una razón detallada por las autoridades.
“Como ya hemos dicho, las cifras han cambiado: las separaciones son raras. Aunque hubo un breve aumento durante la política de tolerancia cero y hubo acciones legales contra adultos, los números han vuelto a cero”, indicó Katie Waldman, vocera de DHS. Según las políticas norteamericanas, los niños son separados de sus grupos familiares si el adulto no es su progenitor o tutor legal, si su seguridad corre peligro, si existe una razón médica de peso o si está involucrado en una situación delictiva grave.
Además, Waldman agregó que “los números que hemos compilado recientemente demuestran inequívocamente que los contrabandistas, los traficantes de personas y los actores nefarios intentan utilizar a cientos de niños para explotar nuestras leyes de inmigración con la esperanza de entrar en Estados Unidos”.
En junio pasado, la comunidad internacional se conmocionó al saber que más de 2 mil niños fueron separados de sus padres entre el 19 de abril hasta el 31 de mayo. La política “tolerancia cero” había tomado su auge tras las órdenes del secretario de Justicia Jeff Sessions, quien ordenó que se presentaran cargos contra aquellos que cruzaran la frontera ilegalmente. Tras la polémica, Trump decidió revertir la política e indicó que los niños regresarían a sus familias.
